NUESTRO PATRONO Y PROTECTOR

NUESTRO PATRONO Y PROTECTOR
ES SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

BIENVENIDOS

“TEORIAS DE LA PERSONALIDAD UN RECURSO TEÓRICO PARA LA EDUCACIÓN DEL ADOLESCENTE”

Cada hombre es Único. Distinto a los de más.Y entre todos formamos un solo HOMBRE.

INTRODUCCIÓN:

La personalidad es la expresión misma de nuestro ser, y cada ser es único e irrepetible por lo que no se puede encuadrar en un esquema inflexible.El ser del hombre se desarrolla en una realidad concreta por la cual y para la cual ha de desarrollarse y ser consciente por medio de la interacción.El interés de este documento es brindarle un recurso práctico y sencillo sobre las teorías de la personalidad en la educación del adolescente en secundaria.

Esperando que logre cumplir su objetivo en cada lector, les damos una cordial bienvenida.

¡Qué lo disfruten!



Lic: María Guadalupe Galicia Briones

Licenciado en Educación Media en el Área de Psicología Educativa.

martes, 22 de julio de 2008

FAMILIA QUE NACE, BROTA, VIVE DENTRO DEL CORAZÓN DE JESÚS

miércoles, 20 de febrero de 2008

Misterios gosozos


Misterios Gozosos
Primer Misterio.
La ENCARNACIÓN de Nuestro Señor Jesucristo
.
Meditando en el misterio de la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, me ha dado a entender el Señor cómo este admirable misterio se obró de la manera que un rayo de luz penetra un cristal sin romperlo quedando Nuestro Señor en el seno de María Santísima como una luz encerrada en una lámpara limpísima que da una claridad tan resplandeciente que ilustra e ilumina las inteligencias de todos los que se le acercan, así mismo he comprendido de un modo inexplicable, como llevando la Santísima Virgen en su casto seno al verbo humanado nadaba su alma purísima en un océano de luz y de amor que a no ser un milagro de la gracia no había podido recibir sin morir en éxtasis de amor.

Segundo Misterio.
La visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel.

El martes 26 de mayo del mismo año, estando en oración a las 6 de la tarde, meditando cómo la Santísima Virgen adoraría a su Santísimo Hijo en la Eucaristía; convido esta alma a María Inmaculada para que en unión con ella adorase a Jesús Sacramentado inmediatamente sintió una cosa extraña hasta en el cuerpo, le pareció como que la transportaron a otro lugar y en la imaginación vio a la Santísima Virgen que la tomó de la mano izquierda sintiendo el calor y la suavidad de su mano santísima; le pareció que la llevaba así hasta llegar a una especie de palacio hermosísimo en donde había muchos departamentos de una belleza extraordinaria, que no hay cosa con que compararse; con jardines llenos de frutas y flores primorosas que trascendían sus aromas; le parecía ver a algunas personas en cada departamento, y se le dio a entender que todos esos departamentos o palacios, eran todas las Órdenes y Congregaciones Religiosas, ... en el del centro que era el blanco el más rico y de una belleza sin igual, estaban las santas vírgenes, y en medio de ellas un trono adornado con telas riquísimas y millares de piedras y otros adornos primorosos al entrar esta alma al entrar a este salón y ver aquel magnifico trono, no sabía ni que pensar ni que hacer, sentía un gozo y un bienestar inexplicable y sobre todo unos deseos ardentísimos de ver a Dios y adorarlo como a su Rey y a su Esposo, y al sentir estos dementísimos deseos que parecía que el corazón no le cabía dentro del pecho, le parecía que la Santísima Virgen le decía: “hija mía di conmigo: glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gozo”. Etc., al oír la voz dulcísima de la Santísima Virgen, se postró a los pies de Nuestro Señor que le pareció verlo sentado en el trono y así postrada ese hermosísimo canto en unión de María Santísima, y al mismo tiempo cantaban todas aquellas vírgenes un himno con unas voces hermosísimas acompañadas de música que no hay palabras para ponderar sus armonías tan preciosas.

Tercer Misterio.
El Nacimiento de Hijo de Dios en Belén..

El día 10 del mismo mes al comenzar a rezar las horas del Oficio y Parvo pensando en que eran tan pocas las que se reunían en coro, invitó con mucho fervor a los ángeles del cielo para que vinieran ayudarles a decir tan preciosas alabanzas y enseguida le pareció que bajaron muchos ángeles y se colocaron en dos files a lo largo del Oratorio uniendo sus voces con ella en el rezo del oficio; al decir el Ave María le parecía ver aquella multitud de ángeles inclinar la cabeza hacía la imagen de la Stma. Virgen que estaba a la derecha del altar y en el gloria Patri se arrodillaban inclinando la cabeza profundamente. Admirada estaba esta alma al ver estos ángeles con qué respeto estaban y al oír las voces tan suaves y tan dulces que le parecían como una preciosísima música.

Cuarto Misterio.
La purificación de Nuestra Señora.
Al día siguiente cuando recibió a Nuestro Señor en la comunión, le pareció que el Señor la abrazaba con mucho cariño y que se reclinó en su pecho (como lo hizo con Sn Juan) y le dijo: “Con esta humillación que he querido que sufras y estas penas interiores de desolaciones, no han sido sino para purificarte; así como la tierra para sembrar se surca y como que se desmenuza con el arado, para quitar las malas hierbas con todo y raíz, para que quede bien preparada y pueda recibir la buena semilla; así queda el alma con las humillaciones y las tribulaciones, muy bien preparada para recibir las gracias que yo les quiero dar”.

Quinto Misterio.
El Niño Perdido y ayado en el Templo.
Dos veces se me ha representando una ciudad con un solo templo, la primera vez entendí que se me invitaba a hacer oración en ese templo, la segunda vez se me representó con más claridad, entonces vi que dicha ciudad esta fortificada y no tiene más que una sola entrada; en esa entrada se me representó Nuestro Señor en su humanidad y qué me hacía la misma invitación a que entrará al interior de dicha ciudad, según yo entiendo esta desierta, yo he sentido vacilación no sé qué debo hacer... No sé sí en esto me pide el Señor que me desprenda de todas las personas que me rodean y me retire del mundo a servirle en el Claustro o sólo me pide el retiro al interior de mi alma.

Misterios Gloriosos


Misterios Gloriosos
Primer Misterio.
La Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Vi al Señor cómo vestido de gala y entendí que me hacía este favor para alentarme a seguir en su servicio, este favor no sólo me alentó sino que me hizo sentir gran confusión de verme tan ruin que tenía la desgracia de desconfiar de mi Dios que por tantos títulos tiene derecho a que nos abandonemos sin cuidado en sus brazos, y aunque volvió a estar en sequedad podía resignarme algo más a pasar en ese desamparo.
Segundo Misterio.
La Ascensión del Señor a los Cielos.

En la inmensidad de Dios he visto toda la creación como dando testimonio de que es su autor en la perfección de todas las criaturas, veía otras tantas manifestaciones exteriores de la belleza invisible de Dios, como si todas a su modo con un mudo lenguaje pregonaran la gloria de Dios y que por Él existen, y al ver toda la armonía, la riqueza, la bondad y todas las conveniencias que podamos apetecer y buscar en las criaturas, las encontraba juntas en Dios. Con esto conocí cuanta distancia hay de Dios a las criaturas tanto las que giran en el espacio, como las que están sobre la Tierra, y que mal hacemos en detenernos en ellas sin elevarnos por ella a Dios. Tuve también un conocimiento de las criaturas superiores como son los Ángeles y los hombres, y en estas criaturas vi su grande excelencia a las demás obras de la creación por la semejanza que tienen con Dios, en cuanto es posible que haya semejanza de un espíritu creado y limitado con el espíritu increado e infinito de Dios; para mejor explicarme en esto me valdré de una comparación que me parece dar a entender algo mas, y es que así como de una grande hoguera salen un grande número de chispas que son fuego del mismo de la hoguera; pero que sin embargo hay una distancia inmensa de la pequeña chispa a la hoguera que la produce, a este modo los espíritus angélicos y las almas de los hombres son una pequeñísima parte del Él Ser de Dios.

Tercer Misterio.
La Venida del Espíritu Santo.

Quince días antes esta alma se consagró de un modo especial al Espíritu Santo, y no solo ella, sino a todas sus compañeras; prometiéndole invocarlo siempre, y procurando extender en cuanto pueda esta devoción.

Cuarto Misterio.
La Asunción de Nuestra Señora.
El 22 de octubre de 1916 al recibir al Señor en la sagrada comunión a las cinco de la mañana en la iglesia Parroquial: le pareció sentir muy claramente la presencia de su Dios que se unía con ella, sintiéndolo dentro de sí misma, y como muy cerca, pero fuera de ella un grande acompañamiento que venía tras del mismo Señor, que era la Sma. Virgen, Sr. San José, Sta. Teresa la Bda. Margarita, Sta. María Magdalena, Sn. Ignacio de Loyola y otros muchos Santos a quienes ella invoca todos los días, y además muchísimos que ni alcanzaba a distinguir de la multitud que eran a más de los ángeles que eran sin número.

Quinto Misterio.
la CORONACIÓN de María Santísima.
Comenzaran sus distribuciones, por la mañana, con un acto de adoración a la Santísima Trinidad honrando a la majestad de Dios, por todos los que no lo hacen, en seguida se hará una salutación a la Reina de los Cielos honrándola como a nuestra Soberana e implorando su protección como madre de Dios y madre nuestra, para que por su intercesión sean aceptas a los ojos de Dios nuestras oraciones. Se unirán en espíritu con las dos iglesias triunfante y militante, para asistir al Santo Sacrificio y a la recepción de la Sagrada Comunión, honrando y agradeciendo este admirable sacrificio y esta preciosa dádiva, terminada la acción de gracias después de la comunión, se hará una suplica por la conversión de los pecadores y se ofrecerán como víctimas por la salvación de todas las almas. Terminado este ejercicio que se hará en comunidad, seguirán dando adoración de dos en dos o más si fueran en gran número, con la Santísima Virgen y con uno de los coros de los ángeles, recorriéndolos todos según el orden con que los designa la Iglesia, de manera que al terminar los nueve coros se vuelva a comenzar con el mismo orden. También las personas irán recorriendo o cambiando todos los días las horas de adoración para que no sean unas mismas las de la [testado: que en la adoración] noche, pues no sería posible que unas mismas personas pudieran hacer la adoración en la noche sin enfermarse al poco tiempo.

Misterios Luminosos


Misterios Luminosos
Primer Misterio.
El Bautismo en el Jordán.
Le pareció que le dijo el Señor: “Aquí tienes mis Llagas y mi Sangre lávate con ella”. Y entonces ella se lavaba con aquella Sangre, y al ir cayendo sobre ella se iba viendo como se lavaba y se iba poniendo muy blanca su alma hasta que quedó enteramente pura y de una hermosura que no sabe a que compararla; después le parecía ver que llegaban otras almas y las veía que hacían lo mismo que ella y quedaban también blancas y hermosas; pero luego vinieron otras que también se lavaban pero apenas tocaban la sangre y como por encima se la ponían sobre sí, éstas le parecían verlas que algo se limpiaban pero no quedaban hermosas; otras nada más se acercaban la veían y se retiraban y éstas se quedaban feas y sucias; como a lo lejos le parecía ver otras tan horriblemente feas y hediondas, como un animal muerto de algunos días o peor, todas estas desgraciadas iban a dar a un lugar como un lago de agua hirviendo inmensamente grande, de donde salían llamas de fuego y como de entre las llamas aparecían de repente unos animales con cabeza muy grande erizada de espinas y peludos, abrían las bocas con grandes dientes y les salían también llamas de fuego; estos espantosos animales devoraban a aquellas almas hediondas. Al ver esta alma todo esto fue tal su horror y el miedo que se apoderó de ella, que creyó que se moría; pero volviendo sus ojos a su divino Salvador con quien estaba, le pareció verlo con el brazo izquierdo extendido hacia el lugar que acababa de ver como señalándole con el dedo y que le dijo con una voz muy dulce: “¡Hija!” haz visto todas esas almas; son las que no se han aprovechado de mi Sangre que la he derramado con tanto amor y tanto dolor por salvarlas, y ellas no han querido aprovecharse de ella, la han desperdiciado; tu también deberías estar en ese lugar; pero mi misericordia ha sido muy grande contigo; ofrece mi Sangre a mi Padre para que se aplaque su Justicia irritada por los pecados de los hombres; y si lo haces así, se salvarán muchas almas”.

Segundo Misterio.
La auto REVELACIÓN de JESÚS en las Bodas de Caná.

Le pareció que le dijo su amado Jesús al tomar posesión de ella: Tú eres mi esposa de amor, me he desposado contigo; hoy me desposo de nuevo con un desposorio de dolor”. Se sentía esta alma llena de un gozo sin igual y rodeada de una luz inexplicable.
tercer Misterio.
El anuncio del reino de Dios, invitando a la Conversión.
Entendí que me movía el Señor a considerar estas cosas como son en efecto, desde toda la eternidad, conociendo como este fin había sido decretado desde toda la eternidad habiéndonos amado allá en el Seno del Padre de donde lo hizo salir el amor a los hombres, y el deseo de unirse íntimamente con nosotros, tomando la naturaleza humana y dándonos en alimento su propia carne y sangre adorables y unidas a la Divinidad. Así mismo entendí cómo todos los misterios de su vida, sus parábolas, sus milagros, su predicación, su oración y todo cuanto obró sobre la Tierra, fue una preparación del admirable y tierno misterio de la Eucaristía que había de preceder a su inmolación sobre la Cruz. También conocí de un modo que no había conocido hasta entonces como la sed de que se quejó cuando estaba en la Cruz, por un misterio incomprensible fue compañera del amor y que lo hizo descender a la Tierra para conquistar tan a su costa el amor de sus criaturas, única cosa que le mitigaría esa sed, qué no podemos comprender a que grado la dejó que lo abandonará porque no conocemos a que grado llega el amor que nos tiene.

Cuarto Misterio.

La transfiguración..
En el mismo mes de octubre, sin que pueda recordar en que fecha, una tarde que estaba ocupada en la costura me vino un recuerdo [de] Dios entendiendo de Él una majestad tan digna de respeto y de temor que me hacía estremecer; en el momento recordé lo que dice la Sagrada Escritura que le dijo Nuestro Señor a Moisés, que se descalzara antes de acercarse a la Zarza, qué terrible debe ser la majestad de Dios que aún una ligera manifestación nos hace estremecer.

Quinto Misterio.

La INSTITUCIÓN de la Eucaristía.
Pensaba: ¡Que dichosos son los Sacerdotes que cogen con sus manos las sagradas hostias! Estas mis pobres manos, ¿Cuántas cosas tocan, y no tienen la dicha de coger una hostia consagrada, es decir, el Cuerpo de mi Jesús? ¿Por qué no tengo yo esa incomparable dicha, aunque es cierto que lo recibo todos los días dentro de mi corazón, pero no lo toco con mis manos? Estando en estas reflexiones, le pareció oír en lo más íntimo de su alma: “Hija, no me tocas con tus manos, pero que más quieres, me gustas, con mi carne te alimentas todos los días, oyes mi voz y también me hueles”; y al decir esta palabra, apercibe esta alma un olor tan delicioso y divino, que su cabeza como que se desvaneció y adormeció, y en medio de este sueño siguió oyendo la voz que le decía: tienen que pasar por una gran prueba las almas mis predilectas para que se acabe de aplacar mi justicia y obtengan el perdón: ¿Quieres tú ser una de ellas?”esta pobre alma se sentía confundida y humillada al oír esta invitación, y contestó: yo Señor y Dios mío, no soy digna de semejante invitación, ni de que me cuentes en el número de tus almas predilectas, pero aquí estoy a tu disposición, soy muy miserable, pero Tú me darás fuerza y tu santa gracia para sobrellevar lo que quieras, estoy dispuesta y pronta a hacer tu santa voluntad; en el mismo instante se ofreció como victima, uniéndose a las demás almas que han hecho este mismo ofrecimiento.

Los Misterios del Rosario.

MISTERIOS DOLOROSOS

Primer Misterio.
La agonía de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto.
El jueves 30 del mes siguiente Agto. 1906 al comenzar la hora santa, a las 7 de la noche; figurándose que entraba al huerto a acompañar a Jesús Nuestro Salvador en su agonía: repentinamente le pareció verlo muy cerca de ella, y que tomándola de la mano la llevó al lugar a donde iba a hacer su oración: le pareció verlo de un modo tan real y tan claro cuando comenzó su oración, cómo se le puso su sagrado Rostro pálido, triste y desfigurado, y que de vez en cuando volteaba con una mirada triste y llena de dolor a ver a esta alma: le parecía oír su voz que decía: “triste está mi alma hasta la muerte”; le parecía también que a ella le dirigía estas palabras: “Tú, hija mía y esposa mía, ¿no querrás acompañarme en esta hora? Y esta alma muy conmovida le dijo que sí, y le parecía que se acercaba a Él para acompañarlo, y viéndolo que se postró en la tierra, y que estaba ya como sin aliento y en agonía, se aproximo más a su divino Salvador y sentándose llena de compasión y lágrimas, le dijo que si quería reclinar su sagrada cabeza sobre sus indignas rodillas; y entonces claro le pareció ver que aceptaba su oferta, que Jesucristo agonizante reposo su cabeza en ella. Al ver y sentir esto, no sabe esta alma como explicar lo que en ella pasó; le quedó tan grabada en su imaginación y tan viva la presencia de Dios desde ese momento, que le parecía como que la seguía por todas por donde andaba; aunque no lo veía como en agonía, pero siempre con semblante afligido.

Segundo Misterio.
La Flagelación .
Al día siguiente considerando lo que sufriría el Señor cuando le azotaron le pareció verlo tan claramente, como si lo viese con los ojos del cuerpo, y aún más con una luz sobrenatural; le parecía ver cómo se puso su carne con los primeros azotes y luego cuando se fue abriendo y destrozando, que se descubrían los huesos de los hombros, de las costillas, espaldas, rodillas y hasta los tobillos de los pies; veía también la furia de los hombres cuando le azotaban; la actitud tan humilde, la paciencia y el silencio con que recibía tantos golpes. Le pareció ver que Nuestro Señor iba como arrastrándose y cayéndose por el suelo a buscar sus vestidos para cubrirse; y viéndolo esta alma en tan lastimoso estado, se acercó a Él con mucho respeto y se ofreció ayudarle a ponerse sus vestidos; pareciéndole que el Señor aceptaba.

Tercer Misterio.
La coronación de Espinas.
El lunes 15 de marzo de1915 en la mañana al comenzar su hora de reparación, le pareció oís sin ver nada: “te estaba esperando con ansia para comunicarte un secreto”; y ella contesto: ¡Dios mío! aquí estoy, aunque miserable criatura, pero vengo a acompañarte, adorarte y desagraviarte de tanto como yo y todos los hombres te ofendemos; El siguió: “sí, hija mía, cierto es que por todas partes se me ofende y vengo a buscar consuelo en en [sic]este jardincito que yo he formado para recrearme; tu no comprendes como está el mundo y lo que yo sufro; pero si he mandado tan terribles castigos, ha sido porque mucho me ofenden los hombres y estoy muy irritado con ellos; he permitido que se les quiten los bienes a los ricos porque son los que más pecados cometen; no se acuerdan de mí para nada, y pasan la vida enteramente disipados en diversiones y malgastando lo que les he dado, muchas más cosas pasarán porque aun no esta acabada de purificar esta Nación”. Estaba esta alma como adormecida al oír todo esto, y siempre con mucho temor si no sería Nuestro Señor el que le hablaba y le dijo: ¡dime Dios mío como estas porque no te veo, y entonces le pareció que le contestó la misma voz: “estoy coronado de espinas y con las manos atadas: voy a hacerte un nuevo favor, que duren en tu alma todo el día los efectos de la comunión. Esta pobre y miserable alma no sabía ni que contestar a tanta bondad de su Dios y Señor para con ella; pero llena de gratitud le decía: yo de mi nada tengo para corresponderte tanto favor; dame tu mucho amor para amarte y quita de mi todo afecto a las criaturas, pues no quiero vivir más que para ti y emplear todos los días que me queden de vida en servirte y agradarte; mandándome lo que quieras, que estoy dispuesta a hacerlo aunque sea a costa del más grande sacrificio

Cuarto Misterio.
Nuestro Señor Jesucristo con la Cruz a Cuestas camino al Calvario.
El 23 de marzo de 1915 a las ocho y media de la mañana, estando delante del Santísimo Sacramento en el oratorio de la Familia de Corde Jesu” haciendo esta alma la hora de reparación; sintiéndose como rodeada de la presencia de Dios, y deseando recibir espiritualmente a su Jesús, le pareció sentir a Jesucristo Sacramentado dentro de su pecho y llenándosele el corazón de un amor muy encendido para con El, y esto la hacía decir muy tiernos efectos de amor y reparación, y haciéndole esta pregunta: Dime Amado de mi corazón, ¿Cómo estas ahora? Inmediatamente le pareció verlo en lo íntimo de su alma, frente a la casa de Pilatos recibiendo la Cruz de manos de sus enemigos y que le decía: “Si supieras hija mía ¡que Cruz tan pesada es esta! Si no fuera porque mi Divinidad me sostiene, sería imposible con fuerzas puramente humanas poder dar un paso con ella; es inmenso su peso, y lo que más lo aumenta grandemente son los pecados de aquellas almas predilectas a quienes tanto amo, como son a los Sacerdotes y las almas a Mi consagradas Religiosas y otras; que me ofendan los hombres impíos y los que están fuera de mi Iglesia; los que se han separado de Mi, mucho me duele, pero, ¡que mis Ministros que me tratan tan de cerca y manejan mi cuerpo con sus manos, que hacen mis veces en la tierra, y viven tan inmediatos a Mi, me ofendan; no cumpliendo con sus obligaciones, viviendo tan disipados y entregados la mayor parte de ellos al mundo, sin ocuparse de instruirse en las sagradas letras de las santas Escrituras; es cierto que algunos predican mi Evangelio, pero muy superficialmente y sin dedicarse a la oración que es adonde yo les daría luz para cumplir con su ministerio! Todo esto me hace derramar lágrimas por ver a mi Padre tan irritado y pronto a mandar terribles castigos; pero si ellos se enmiendan y corrigen, alcanzarán misericordia y perdón y el mundo se regenerará enteramente. Tu, hija, haz saber esto”. Esta pobre alma asustada y muy conmovida le decía: Quien soy yo miserable pecadora y peor que la misma nada, para que te dignes ¡Dios mío! decirle estas cosas, ¿A quién se lo digo, o cómo hacer para que se sepa? Por ahora ni con mi confesor puedo hablar por estar enfermo; y le pareció oír: “Con el primer Sacerdote que hables díselo”. Volvía a insistir esta alma: Señor ni me lo creerá y dirá que es cosa de mujeres e ilusiones del Demonio, por qué no te diriges a otra y no a mí; le contesto: “si no lo dices te tomaré en cuenta”.

Quinto Misterio.
Crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Este día desde que despertó en la mañana, sintió unos deseos muy ardientes de unirse a su Dios en la Santa comunión, y al recibirlo en su pecho sintió tan viva su presencia que le pareció que oía su respiración y hasta los latidos de su divino Corazón, sintiéndose como perdida en Dios. Solo él y el alma saben lo que pasa en esos momentos, no hay palabras que lo expliquen. Después en la oración deseando recibirlo espiritualmente le pareció verlo crucificado y que le salía mucha sangre de las llagas de todo su sagrado cuerpo y más de las de las manos y de los pies, y que acercándose ella al pie de la cruz la besaba con mucho amor y respeto, y claro sentía que le caían sobre ella los chorros de sangre que salían con tanta abundancia de las llagas; y al sentir esto le decía: ¡Amado Redentor mío! Lávame y purifícame con tu preciosísima sangre para que desde hoy comience una nueva vida toda de amor y sacrificio. Y te pido que me clavéis en esa cruz contigo, en el trecho que queda desde el agujero de la piedra en donde está metida la cruz hasta el lugar a donde están tus sagrados Pies quepo yo muy bien, aunque no tenga las manos extendidas como Tú, sino una de un lado y otra de otra [sic: otro] de tus pies, para que así viva todo el tiempo que me quedare de vida crucificada, clavada en la cruz contigo, con los tres clavos de los votos con que me he consagrado a Ti, Amado Esposo de mi alma en la vida religiosa; prometiéndote guardarlos lo mejor que pueda, y si tengo la desgracia de faltar a alguno de ellos, me impondré una penitencia. También te prometo ¡Jesús mío! Ya que me habéis dado a conocer con luz especial el precio de la cruz; llevarla no solo con paciencia, sino con mucho amor y alegría.

martes, 16 de enero de 2007

DEDICATORIA



Dios, a mis Padres y hermanos.

A mis compañeros de estudios.

A los Profesores y todos aquellos que
estén involucrados con la Educación.

A la congregación, “Familia de Corde Jesu”

A todos mis ex alumnos.

A mis amigos y bienhechores,

A la diócesis y seminario de Valparaíso, Chile.

A todos los que lean este documento.

A todos los que buscan ser conscientes de su realidad integral para transformar su vida y la sociedad.

FAMILIA QUE NACE, BROTA, VIVE DENTRO DEL CORAZÓN DE JESÚS

AGRADECIMIENTOS

AGRADEZCO:


Infinitamente a Dios que me ha dado la vida y durante ella tantos dones… muy particularmente porque ha querido que llegue hoy hasta aquí en la Licenciatura de Psicología Educativa, y por todo lo que me seguirá dando.

A mis Padres y hermanos, que me han brindado su apoyo en todos los aspectos.

A la “Familia de Corde Jesu”; que han colaborado conmigo en la realización y desarrollo de esta carrera Profesional.

A los Profesores y Profesoras, a todos los miembros de la Escuela Normal Superior F. E. P. que a lo largo de los años han dedicado su vida y conocimientos para dar una buena formación a los docentes. A mi asesora Profa. Sara Edith Martínez. Al Prof. Eusebio Olvera, al Prof. Víctor Olivares y demás profesores de licenciatura que me brindaron orientación académica.

A todas las personas que durante estos años me han brindado oración, hospedaje y sustento permitiendo con ello, haber llegado hasta aquí.