NUESTRO PATRONO Y PROTECTOR

NUESTRO PATRONO Y PROTECTOR
ES SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

BIENVENIDOS

“TEORIAS DE LA PERSONALIDAD UN RECURSO TEÓRICO PARA LA EDUCACIÓN DEL ADOLESCENTE”

Cada hombre es Único. Distinto a los de más.Y entre todos formamos un solo HOMBRE.

INTRODUCCIÓN:

La personalidad es la expresión misma de nuestro ser, y cada ser es único e irrepetible por lo que no se puede encuadrar en un esquema inflexible.El ser del hombre se desarrolla en una realidad concreta por la cual y para la cual ha de desarrollarse y ser consciente por medio de la interacción.El interés de este documento es brindarle un recurso práctico y sencillo sobre las teorías de la personalidad en la educación del adolescente en secundaria.

Esperando que logre cumplir su objetivo en cada lector, les damos una cordial bienvenida.

¡Qué lo disfruten!



Lic: María Guadalupe Galicia Briones

Licenciado en Educación Media en el Área de Psicología Educativa.

miércoles, 3 de enero de 2007

CAPÍTULO 2 FUNDAMENTOS

2.1 Fundamento Filosófico


El adolescente, es el hombre que se encuentre en las aulas con deseos, a veces escondidos, de ser grande, de triunfar, de progresar y de madurar, a la vez de ser libre y creativo.

El personalismo que surgió de la mano de Emmanuel Mounier en la Francia de entreguerras y que se ha enriquecido y desarrollado con la colaboración de muchos otros pensadores, (Maritain, Guardini, Wojtyla, etc.), manifiesta:

“La persona es un ser digno en sí mismo, pero necesita entregarse a los demás para lograr su perfección; es un ser dinámico y activo, capaz de transformar el mundo y de alcanzar la verdad; es espiritual y corporal, poseedor de una libertad que le permite autodeterminarse y decidir en parte no sólo su futuro, sino su modo de ser; está enraizado en el mundo de la afectividad y es portador y está destinado a un fin trascendente”[1].

El adolescente es un ser una persona capaz de encontrarse y desarrollarse por sí mismo, sin embargo “la enseñanza puede, y debe, aumentar el grado de conciencia de los educandos hasta el punto que se haga ya indispensable la mudanza de la sociedad, la educación es un subsistema de las estructuras políticas y económicas”[2].

El progreso de la sociedad es logrado por hombres capaces de libertad, criterio y creatividad. Solo un hombre consciente de sí mismo y libre llega a brindar desarrollo al mundo. En base a la filosofía, la educación ha de ser la impulsora de conscientización de los educandos, para formar al hombre que deseamos ser y con el cual deseamos convivir.

A lo largo de la historia de la psicología se han ido desarrollando variedad de clasificaciones tipológicas y de rasgos, que “pueden cubrir una gran riqueza de análisis, pero son estériles como numeración. Las categorías caracterológicas así obtenidas, no están libres de una exploración psicológica rigurosa, sino llana. Clasificar la impresión no hace avanzar el conocimientos, oponiéndose en orden sin critica las explicaciones que él da de su estado”.

Se ha podido sustituir las facultades por funcionamiento, este orden mismo testimonia que se continúa relacionando los valores de realidad a los procesos abstractos e impersonales y a no considerar las marcas de la persona, sino como accidente de descripción que es suficiente sacar en un momento.

Lo que nos importa aquí es la utilización posible de un nuevo material de análisis para la investigación del carácter normal. El deber del Psicólogo es de encontrar en su perspectiva propia con unos elementos normales de estructura y de lenguaje original el perfil que le es tendido por la puerta de la enfermería especial.

“En lugar de buscar por todo lo patológico como se hacía antes, tratamos por el contrario de relacionar lo patológico con lo normal. En la verdadera vida, nuestras nociones se muestran rápidamente insuficientes. La realidad la desborda a cada instante”[3].

El alumno, es un ser vivo por lo que no es determinado ni determinable, cada instante esta en continua transformación y crecimiento, por lo que sus características están dispuestas al cambio continuamente, y tanto el psicólogo como los docentes, han de estar en continua comunicación reflexiva con él.
La sociedad, esta a la espera de que surjan hombres, de verdad, lideres capaces de servir, motivar e impulsar el progreso asertivo que respete sus derechos humanos y lo comprenda como tal. “La vocación del hombre es la de ser sujeto y no objeto, esta es su vocación ontológica”[4].

Entre ellos se abre una gran esperanza, la escuela, como una fuente de formación y crecimiento humano. El hombre llega a serlo mediante una reflexión sobre su situación concreta. E aquí el papel del educador, Cuanto más reflexiona en torno a ella más dispuesto se halla a intervenir en el contexto social para trastornarlo.

“Reflexionando sobre la realidad, el hombre descubre que no está únicamente en ella, sino con ella. La capacidad de discernir lo que no es propio del hombre, le permite descubrir la existencia de Dios y establecer relaciones con Él. Analizando y viviendo adecuadamente estas relaciones el hombre llega a ser sujeto”[5].

La escuela ha de lograr que el alumno se encuentre, se conozca, se ame y se viva en plenitud, en libertad. No solo en base a una serie de clasificaciones sino sobre todo, en base de un conocimiento reflexivo de si mismo de su realidad intrínseca y de su realidad social y cultural. Un modelo de esta educación fue la escuela Barbiana, fundada por el sacerdote Lorenzo Milani:

“La Escuela puede ofrecer una parcela de libertad social, a base de un esfuerzo mayúsculo en la labor del docente. La liberación ya no proviene del hecho de regalarle libertades al niño, sino de ofrecerle instrumentos de análisis social que le posibiliten tomar primero conciencia de la injusticia social para intervenir luego en su destrucción”[6].

El lenguaje es el principal instrumento de conocimiento de sí mismo y de análisis social. Es a través de él por el cual se logra la transformación del mundo injusto, en el mundo humanizante y humanizado. La metodología barbiana consistía en estar siempre en contacto con la vida real. Para ser muy críticos frente a su sociedad, los alumnos trabajaban muy seriamente el Evangelio. En Jesús descubrían el prototipo del hombre libre e inconformista.

Mounier[7], considerando la rigidez tipológica, emite las reglas siguientes:

No hay más el tipo puro; los síndromes típicos son frecuentemente entremezclados y no es raro, encontrar en otro sujeto caracteres de tipos opuestos.

Los tipos son realidades de orden estadístico. Solamente pueden ser tomados como una medida, no todos los sujetos de una categoría tienen todos los elementos de su descripción.

No son cristalizaciones estables. No se es estático en su característica sino que siempre hay tendencia a resbalar fácilmente.


Es necesario relacionar las propiedades de la arquitectura o de la compatibilidad o la incompatibilidad de las disposiciones: unidad, equilibrio, armonía o contradicción, desgarramientos, fijación o inestabilidad, madurez o inmadurez.

Con este fundamento filosófico, queda claro que si bien el adolescente es una persona con características propias, no es posible encasillar al alumno en una teoría psicológica, sin embargo estas son necesarias para relacionarlas y así llegar poco a poco a la mitad del hombre que deseamos formar.
[1] Que es personalismo, http://www.personalismo.org/
[2] FULLAT, Octavi. “Paideia, filosofías de la educación”.
[3] Minkowsky, la schizophrénie,
[4] Paideia
[5] Ibíd.
[6] Ibid
[7] Mounier.

No hay comentarios.: