NUESTRO PATRONO Y PROTECTOR

NUESTRO PATRONO Y PROTECTOR
ES SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

BIENVENIDOS

“TEORIAS DE LA PERSONALIDAD UN RECURSO TEÓRICO PARA LA EDUCACIÓN DEL ADOLESCENTE”

Cada hombre es Único. Distinto a los de más.Y entre todos formamos un solo HOMBRE.

INTRODUCCIÓN:

La personalidad es la expresión misma de nuestro ser, y cada ser es único e irrepetible por lo que no se puede encuadrar en un esquema inflexible.El ser del hombre se desarrolla en una realidad concreta por la cual y para la cual ha de desarrollarse y ser consciente por medio de la interacción.El interés de este documento es brindarle un recurso práctico y sencillo sobre las teorías de la personalidad en la educación del adolescente en secundaria.

Esperando que logre cumplir su objetivo en cada lector, les damos una cordial bienvenida.

¡Qué lo disfruten!



Lic: María Guadalupe Galicia Briones

Licenciado en Educación Media en el Área de Psicología Educativa.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Los Misterios del Rosario.

MISTERIOS DOLOROSOS

Primer Misterio.
La agonía de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto.
El jueves 30 del mes siguiente Agto. 1906 al comenzar la hora santa, a las 7 de la noche; figurándose que entraba al huerto a acompañar a Jesús Nuestro Salvador en su agonía: repentinamente le pareció verlo muy cerca de ella, y que tomándola de la mano la llevó al lugar a donde iba a hacer su oración: le pareció verlo de un modo tan real y tan claro cuando comenzó su oración, cómo se le puso su sagrado Rostro pálido, triste y desfigurado, y que de vez en cuando volteaba con una mirada triste y llena de dolor a ver a esta alma: le parecía oír su voz que decía: “triste está mi alma hasta la muerte”; le parecía también que a ella le dirigía estas palabras: “Tú, hija mía y esposa mía, ¿no querrás acompañarme en esta hora? Y esta alma muy conmovida le dijo que sí, y le parecía que se acercaba a Él para acompañarlo, y viéndolo que se postró en la tierra, y que estaba ya como sin aliento y en agonía, se aproximo más a su divino Salvador y sentándose llena de compasión y lágrimas, le dijo que si quería reclinar su sagrada cabeza sobre sus indignas rodillas; y entonces claro le pareció ver que aceptaba su oferta, que Jesucristo agonizante reposo su cabeza en ella. Al ver y sentir esto, no sabe esta alma como explicar lo que en ella pasó; le quedó tan grabada en su imaginación y tan viva la presencia de Dios desde ese momento, que le parecía como que la seguía por todas por donde andaba; aunque no lo veía como en agonía, pero siempre con semblante afligido.

Segundo Misterio.
La Flagelación .
Al día siguiente considerando lo que sufriría el Señor cuando le azotaron le pareció verlo tan claramente, como si lo viese con los ojos del cuerpo, y aún más con una luz sobrenatural; le parecía ver cómo se puso su carne con los primeros azotes y luego cuando se fue abriendo y destrozando, que se descubrían los huesos de los hombros, de las costillas, espaldas, rodillas y hasta los tobillos de los pies; veía también la furia de los hombres cuando le azotaban; la actitud tan humilde, la paciencia y el silencio con que recibía tantos golpes. Le pareció ver que Nuestro Señor iba como arrastrándose y cayéndose por el suelo a buscar sus vestidos para cubrirse; y viéndolo esta alma en tan lastimoso estado, se acercó a Él con mucho respeto y se ofreció ayudarle a ponerse sus vestidos; pareciéndole que el Señor aceptaba.

Tercer Misterio.
La coronación de Espinas.
El lunes 15 de marzo de1915 en la mañana al comenzar su hora de reparación, le pareció oís sin ver nada: “te estaba esperando con ansia para comunicarte un secreto”; y ella contesto: ¡Dios mío! aquí estoy, aunque miserable criatura, pero vengo a acompañarte, adorarte y desagraviarte de tanto como yo y todos los hombres te ofendemos; El siguió: “sí, hija mía, cierto es que por todas partes se me ofende y vengo a buscar consuelo en en [sic]este jardincito que yo he formado para recrearme; tu no comprendes como está el mundo y lo que yo sufro; pero si he mandado tan terribles castigos, ha sido porque mucho me ofenden los hombres y estoy muy irritado con ellos; he permitido que se les quiten los bienes a los ricos porque son los que más pecados cometen; no se acuerdan de mí para nada, y pasan la vida enteramente disipados en diversiones y malgastando lo que les he dado, muchas más cosas pasarán porque aun no esta acabada de purificar esta Nación”. Estaba esta alma como adormecida al oír todo esto, y siempre con mucho temor si no sería Nuestro Señor el que le hablaba y le dijo: ¡dime Dios mío como estas porque no te veo, y entonces le pareció que le contestó la misma voz: “estoy coronado de espinas y con las manos atadas: voy a hacerte un nuevo favor, que duren en tu alma todo el día los efectos de la comunión. Esta pobre y miserable alma no sabía ni que contestar a tanta bondad de su Dios y Señor para con ella; pero llena de gratitud le decía: yo de mi nada tengo para corresponderte tanto favor; dame tu mucho amor para amarte y quita de mi todo afecto a las criaturas, pues no quiero vivir más que para ti y emplear todos los días que me queden de vida en servirte y agradarte; mandándome lo que quieras, que estoy dispuesta a hacerlo aunque sea a costa del más grande sacrificio

Cuarto Misterio.
Nuestro Señor Jesucristo con la Cruz a Cuestas camino al Calvario.
El 23 de marzo de 1915 a las ocho y media de la mañana, estando delante del Santísimo Sacramento en el oratorio de la Familia de Corde Jesu” haciendo esta alma la hora de reparación; sintiéndose como rodeada de la presencia de Dios, y deseando recibir espiritualmente a su Jesús, le pareció sentir a Jesucristo Sacramentado dentro de su pecho y llenándosele el corazón de un amor muy encendido para con El, y esto la hacía decir muy tiernos efectos de amor y reparación, y haciéndole esta pregunta: Dime Amado de mi corazón, ¿Cómo estas ahora? Inmediatamente le pareció verlo en lo íntimo de su alma, frente a la casa de Pilatos recibiendo la Cruz de manos de sus enemigos y que le decía: “Si supieras hija mía ¡que Cruz tan pesada es esta! Si no fuera porque mi Divinidad me sostiene, sería imposible con fuerzas puramente humanas poder dar un paso con ella; es inmenso su peso, y lo que más lo aumenta grandemente son los pecados de aquellas almas predilectas a quienes tanto amo, como son a los Sacerdotes y las almas a Mi consagradas Religiosas y otras; que me ofendan los hombres impíos y los que están fuera de mi Iglesia; los que se han separado de Mi, mucho me duele, pero, ¡que mis Ministros que me tratan tan de cerca y manejan mi cuerpo con sus manos, que hacen mis veces en la tierra, y viven tan inmediatos a Mi, me ofendan; no cumpliendo con sus obligaciones, viviendo tan disipados y entregados la mayor parte de ellos al mundo, sin ocuparse de instruirse en las sagradas letras de las santas Escrituras; es cierto que algunos predican mi Evangelio, pero muy superficialmente y sin dedicarse a la oración que es adonde yo les daría luz para cumplir con su ministerio! Todo esto me hace derramar lágrimas por ver a mi Padre tan irritado y pronto a mandar terribles castigos; pero si ellos se enmiendan y corrigen, alcanzarán misericordia y perdón y el mundo se regenerará enteramente. Tu, hija, haz saber esto”. Esta pobre alma asustada y muy conmovida le decía: Quien soy yo miserable pecadora y peor que la misma nada, para que te dignes ¡Dios mío! decirle estas cosas, ¿A quién se lo digo, o cómo hacer para que se sepa? Por ahora ni con mi confesor puedo hablar por estar enfermo; y le pareció oír: “Con el primer Sacerdote que hables díselo”. Volvía a insistir esta alma: Señor ni me lo creerá y dirá que es cosa de mujeres e ilusiones del Demonio, por qué no te diriges a otra y no a mí; le contesto: “si no lo dices te tomaré en cuenta”.

Quinto Misterio.
Crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Este día desde que despertó en la mañana, sintió unos deseos muy ardientes de unirse a su Dios en la Santa comunión, y al recibirlo en su pecho sintió tan viva su presencia que le pareció que oía su respiración y hasta los latidos de su divino Corazón, sintiéndose como perdida en Dios. Solo él y el alma saben lo que pasa en esos momentos, no hay palabras que lo expliquen. Después en la oración deseando recibirlo espiritualmente le pareció verlo crucificado y que le salía mucha sangre de las llagas de todo su sagrado cuerpo y más de las de las manos y de los pies, y que acercándose ella al pie de la cruz la besaba con mucho amor y respeto, y claro sentía que le caían sobre ella los chorros de sangre que salían con tanta abundancia de las llagas; y al sentir esto le decía: ¡Amado Redentor mío! Lávame y purifícame con tu preciosísima sangre para que desde hoy comience una nueva vida toda de amor y sacrificio. Y te pido que me clavéis en esa cruz contigo, en el trecho que queda desde el agujero de la piedra en donde está metida la cruz hasta el lugar a donde están tus sagrados Pies quepo yo muy bien, aunque no tenga las manos extendidas como Tú, sino una de un lado y otra de otra [sic: otro] de tus pies, para que así viva todo el tiempo que me quedare de vida crucificada, clavada en la cruz contigo, con los tres clavos de los votos con que me he consagrado a Ti, Amado Esposo de mi alma en la vida religiosa; prometiéndote guardarlos lo mejor que pueda, y si tengo la desgracia de faltar a alguno de ellos, me impondré una penitencia. También te prometo ¡Jesús mío! Ya que me habéis dado a conocer con luz especial el precio de la cruz; llevarla no solo con paciencia, sino con mucho amor y alegría.

No hay comentarios.: